El santiagués se reafirma como el artista gallego más latino, explorando los límites de la verbena clásica con el adelanto de su próximo álbum
Ortiga propone un viaje por la experimentación con su nuevo disco. Así se ve con 5a Dimensión, el segundo adelanto de su tercer álbum en solitario. Chicho entrelaza el imaginario de la verbena gallega con una estética propia de la música urbana moderna. El artista compostelano crea un híbrido entre los instrumentos acústicos propios del merengue y los elementos de la música electrónica, como el autotune, los sintetizadores y las cajas de ritmos. Este nuevo tema encapsula la energía de su próximo proyecto, que aborda temas clásicos, como el desamor, a través de estructuras tradicionales mezcladas con sonidos experimentales. La madurez que presenta el cantante y productor santiagués en el nuevo disco es la prueba de la evolución de un músico polivalente que ya ha cultivado muchos géneros con éxito.
“Normalmente fanse estéticas modernas apoiándose na linguaxe antiga, eu quería facer estéticas antigas, pero cos códigos e instrumentos que manexamos hoxe en día”, destaca Ortiga. El objetivo del nuevo disco es encontrar el punto perfecto de unión entre lo orgánico y lo electrónico, el merengue y la tecnología, la tradición y la modernidad. Esto se pone de manifiesto con la aparición de los viento metales de la histórica Orquesta Los Satélites. La 5a Dimensión se inspira en referentes de la música latina, como Omega “El Fuerte” y Toño Rosario, pero también en las texturas oníricas de los 70’s de Jean- Michel Jarre o Franco Battiato.
Ortiga reflexiona sobre sus mecanismos de escape para superar un amor que acaba de terminar. La 5a Dimensión es aquella en la que cualquier persona se refugia para evadirse de una realidad amarga y que, en sus ojos, es injusta. “Na quinta dimensión co cerebro en modo avión, vou colocado pa’ acordarme que fas coma quen non sabes quen son”. La decepción que muestran las letras de O Chicho do Funk, más propias de la música urbana, contrastan con los ritmos de verbena que definen su estilo. En definitiva, llorar las alegrías y cantar las penas a través de un ritmo latino.
Este tema recurrente en la tradición se ilustra de forma futurista en un videoclip dirigido por Xaime Miranda. A través de una técnica de animación similar al anime, combina una estética psicodélica con el universo de la ciencia ficción. Estos elementos le dan vida a ese espacio en el que se evade Ortiga, donde prima la oscuridad del desamor, pero en el que también hay destellos de luz que representan la felicidad a través de los colores.
Ortiga regresa con un nuevo álbum en solitario después de tres años desde Sabes el Camino Que Elegí (2021). En este tiempo no estuvo alejado de la música, ya que ha producido para artistas como Carlangas, Dios Ke Te Crew o Manu Chao.