La banda madrileña presenta ‘Llevarse bien’, el segundo adelanto del que será su cuarto álbum; el primero bajo el sello de Ernie Records
Camellos hablan poco del amor, y cuando lo hacen es para cogerlo por el lado que quema. En ‘Llevarse bien’, la banda aporta su punto de vista analizando cómo se sienten las relaciones de nuestro día a día; destripando nuestro comportamiento.
Despejando las dudas, generando nuevas incomodidades con sus verdades, que son las nuestras, pero ellos se atreven a cantarlas.
Cargados de contundentes contradicciones, como la vida. «Con lo fácil / que podría / ser llevarse / bien un día», entonan mientras ponen el foco en todas esas cosas que todos miramos pero no vemos; en todas las turbulencias de nuestra rutina, esas que a veces adoramos, por costumbre, y que, otras veces, querríamos reventar, exactamente por lo mismo.
En ‘Llevarse bien’ están presentes todos los ingredientes del classic Camellos; un estilo reconocible que en esta canción se centra en encajar todos los golpes de duros nudillos mientras intentas devolver alguno desde el suelo. Un combinado de cruda realidad que se hace transitable aderezada con guitarras, bajo, batería y una letra pegadiza.
Porque así es nuestra existencia, y Camellos te la cuenta. Conocedores de que, a veces, no sólo se echa de menos lo bueno. Sabedores de que a veces se complica eso de decir lo que pensamos, ya llegan ellos para dejarlo claro. Cristalino.
En ‘Llevarse bien’, añaden un chorro de amargo bitter a su cocktail para que atravieses junto a ellos las paradas de metro o los paseos sin dirección mientras, sin saber bien por qué, extrañas la turbulencia y la locura del día a día, de la vida real. La disonancia cognitiva perfecta para tus historias de Instagram. ¿No entiendes nada? ¿Y quién sí? Esas ganas de bajarte del mundo y formar parte de una sitcom, eso, te lo canta Camellos.
Esta canción empaqueta toda tu ropa y la lleva a la tienda de segunda mano más cercana para que te den un euro por cada kilo y así puedas comprar el teclado de ordenador más luminoso del mercado para disfrutar de un teletrabajo deluxe. El guilty pleasure del siglo XXI, las alegrías que se transforman en penas cuando las observas de cerca.
Al final siempre puedes elegir, en ‘Llevarse bien’ nunca te van a dar lo que ya has oído cientos de veces en vídeos de 20 segundos en redes sociales. El discurso es real, gracioso y doloroso; como los vídeos de caídas. No te van a hablar del FOMO y del síndrome del impostor, te van a hablar del vacío que queda cuando, lo que te apasiona y a la vez te agota, desaparece. ¿Quién tiene respuesta a eso? Camellos tienen la suya, quizá después de escuchar ‘Llevarse bien’ puedas tener la tuya o, sencillamente, preguntarte quién te corta el agua caliente cuando te vas a duchar.